Entendemos por instalaciones eléctricas de baja tensión aquellas en las que la tensión nominal es inferior a los 1.000V en corriente alterna o a 1.500V en corriente continua.

Durante toda la vida útil de este tipo de instalaciones resulta muy importante realizar un mantenimiento de baja tensión para garantizar su seguridad.

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¿En qué consiste el mantenimiento de baja tensión?

El titular de la instalación de baja tensión es el responsable legal de garantizar su buen estado de funcionamiento y seguridad durante toda su vida útil aplicando las acciones de mantenimiento requeridas por la normativa. 

Como decimos, el titular deberá asegurarse, por tanto, de que en la misma se ejecutan las intervenciones preventivas que determina la normativa legal. Estas intervenciones, así como la periodicidad con la que se ejecutan y la documentación asociada a cada pueden variar dependiendo de las características de cada instalación.

En el mantenimiento de baja tensión se centra en asegurar que todos los elementos que componen la instalación funcionan correctamente y de forma segura.

Gracias a la aplicación de acciones preventivas es posible prevenir fallos y averías que pueda presentar la instalación, de esta forma nos ahorraremos problemas y dinero, tanto a medio como a largo plazo.

Por qué es importante el mantenimiento de baja tensión

No realizar un mantenimiento de baja tensión adecuado o hacerlo sin la adecuada periodicidad puede ocasionar multitud de problemas legales y de seguridad.

Minimizar el riesgo de incendios

El mal funcionamiento de las instalaciones eléctricas de baja tensión es el principal foco de incendios en las comunidades de vecinos, poniendo en riesgo la integridad de los ocupantes y de sus hogares.

Evitar el peligro de electrocución

El mal estado de los elementos que componen la instalación de baja tensión, acarrea más problemas de seguridad para los usuarios de la misma como, por ejemplo, electrocuciones.

Cumplir con la normativa legal exigida

De no realizarse el mantenimiento exigido legalmente los propietarios de la comunidad de vecinos podrían enfrentarse a importantes multas económicas y otros problemas de responsabilidad civil.

Revisión de instalaciones eléctricas de baja tensión

Todos los elementos y dispositivos deben ser revisados o inspeccionados por un Organismo de Control o por una empresa instaladora para garantizar su funcionamiento correcto y seguro. La periodicidad estas revisiones dependerá de cada instalación eléctrica de baja tensión que debamos revisar

En la siguiente tabla se especifican los elementos a revisar por parte de los Organismos de Control, excepto en las marcadas con un asterisco, que podrá realizarlos una empresa instaladora de baja tensión.

Elemento a revisar Tipo de instalación
Industrial >100kW Pública concurrencia Piscinas >10kW Alumbrado exterior >5kW Viviendas >100kW (partes comunes)
Comprobación del mantenimiento de las condiciones iniciales según proyecto o memoria 5 años 10 años
Protecciones contra sobreintensidades y sobretensiones
Protecciones contra contactos directos e indirectos
Comprobación de canalizaciones, conductores y conexiones
Continuidad de conductores de protección / de equipotencialidad
Resistencia de puesta a tierra 1 año* + 5 años
Resistencia de aislamiento 5 años 10 años
Caída de tensión
Estado de receptores
*Puede ser realizadas por una empresa instaladora en baja tensión

En resumen, la revisión de instalaciones de baja tensión debe realizarse para todos sus elementos cada 5 años excepto en el caso de las resistencias de puesta a tierra, que deben ser revisadas anualmente por una empresa instaladora en baja tensión (en cierto tipo de instalaciones que no se encuentran recogidas en esta tabla debe realizarse por parte de una empresa especialista, para más información consultar el documento elaborado por el INSST). 

En el caso de las zonas comunes de edificios de viviendas que superen los 100kW la revisión de los elementos de la instalación se realizará cada 10 años, excepto en las resistencias de puesta a tierra, donde se aplican las misma condiciones anteriormente descritas.

Una vez realizada la inspección, el titular recibirá por parte del responsable de la inspección un certificado de inspección con los datos de la instalación, la relación de defectos, con su clasificación, y la calificación de la instalación. Dicha calificación podrá ser favorable, condicionada o negativa.